Lucha Libre

ARENA PUEBLA
6 DE MARZO 2009

La Arena Puebla tuvo una buena entrada para ver el combate entre los minis..

Puebla, México (7 marzo 2009).- Bañado en sangre y con la tapa hecha pedazos, Mascarita Dorada logró salvar su incógnita y desenmascarar a Sombrita.

Este viernes en la Arena Puebla, luego de que 12 de las 14 mini estrellas lograron escapar escalando el enrejado que rodeaba el cuadrilátero, Mascarita dejó claro ser de los gladiadores más impresionantes en las filas del Consejo Mundial de Lucha Libre y uno de los mejores minis de todos los tiempos.

Las hostilidades arrancaron con Último Dragoncito descargando todo su poder sobre la humanidad del Pequeño Black Warrior, quien intentaba a base de patadas poner fuera de circulación a Pequeño Ninja.

Mientras que Pequeño Pierroth utilizaba todo su mini tonelaje para sacarle el aire a Pequeño Olímpico, quien también era golpeado por Bracito de Oro.

Por su parte Fantasy, Eléctrico, Tsuky, Sombrita, Saurón y Pequeño Universo 2000 hacían hasta lo imposible por salir de la jaula, pero cuando uno intentaba salir era jalado por el de abajo.

El "Infierno en el Ring" que prometía el cartel se quedó corto en cuanto a su descripción de las hostilidades, ya que hasta el Diablo hubiera salido huyendo antes de quedarse a sufrir la impresionante campal.

El primero en salir fue Pequeño Ninja seguido por Bracito de Oro quien a pesar de los kilitos de más logró trepar la reja y salvarse de perder su tapa.

A partir de ahí uno a uno fueron escapando, hasta que sólo quedaron dentro del cuadrilátero Pequeño Pierroth, Sombrita y Mascarita Dorada.

Fieles a las leyes que dicta su bando, Pierrothito y Sombrita hicieron equipo para aplacara a Mascarita, quien luego de perder la mitad de su máscara a manos del Pequeño Bocazas cobró venganza y rompió la licra de su rival.

Con más suerte que pericia, Pierrothito logró escaparse con su reputación intacta, dejando todo a una definición de película.

Ante el lleno total de todos los rincones del inmueble de la Colonia Centro, Mascarita parecía que perdería la tapa, pero arriesgando su vida al saltar desde lo más alto de la reja puso orden y regresó la ventaja a su favor.

Al final, el mano a mano, se lo llevó Dorada al recostar a Javier Tehutl Roldán, quien después de 10 años cubriendo su rostro con la tapa de Sombrita, perdió su incógnita.